Los cuidados paliativos en niñas, niños y adolescentes con cáncer representan un enfoque integral para mejorar la calidad de vida de los pequeños y sus familias. Estos cuidados van más allá del tratamiento médico, ya que aborda necesidades emocionales, sociales y espirituales de los menores y su entorno.
Los equipos de cuidados paliativos pediátricos están especialmente capacitados para brindar atención personalizada, adaptándose a las necesidades únicas de cada niño y su familia.
Los cuidados paliativos son un enfoque médico y de atención que se centra en mejorar la calidad de vida de los pacientes. Puede tratarse de cualquier enfermedad crónica, no solo cáncer.
Este tipo de cuidados se enfocan en aliviar el dolor y el sufrimiento que se asocia con la enfermedad, también en reducir la fatiga, algunos efectos secundarios de la quimioterapia, la ansiedad y en muchos casos, la depresión, que también puede aparecer en los menores.
De ahí la importancia de que los padres también sepan cómo apoyar a sus pequeños en todos los aspectos: emocional, físico y espiritual.
También es fundamental señalar que la atención es personalizada, por lo que se respetan los valores y creencias de cada persona. Únicamente se trata de mejorar el bienestar emocional y físico de las niñas, niños y adolescentes.
Además, no se centran únicamente en el paciente, sino que también brindan apoyo a los familiares, ayudándoles a comprender y afrontar la enfermedad de manera más efectiva.
Los cuidados paliativos consisten en una atención integral y multidisciplinaria, por lo que involucra a diferentes profesionales de la salud, por ejemplo, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales o médicos.
Puedes encontrar a profesionales capacitados en este campo en diferentes lugares como hospitales y centros especializados en cáncer, organizaciones de apoyo sin fines de lucro o por medio de referencias médicas.
Cualquiera que sea el caso, hay algunas recomendaciones que debes tener en cuenta:
La familia juega un papel crucial en los cuidados paliativos, ya que su influencia abarca el bienestar emocional y social de los menores. Además, son quienes toman las decisiones sobre la salud y atención médica.
Deben estar completamente involucrados en el tratamiento paliativo, para que puedan apoyar y explicar a los pequeños qué es lo que está pasando y cómo se van a afrontar todos los cambios de vida, que la enfermedad implica. Su influencia contribuye significativamente al bienestar del paciente durante este período difícil.
Finalmente, se trata de que los cuidados paliativos mejoren la calidad de vida de las niñas, niños y adolescentes con cáncer, al mismo tiempo que ofrecen alivio del sufrimiento y apoyo integral tanto a los pequeños como a sus seres queridos.
Fuentes: