Sara Castillo, Leucemia Linfoblástica Aguda de Alto Riesgo

Mi nombre es Sara Castillo y formé parte de Casa de la Amistad, una organización que me brindó apoyo durante mi proceso oncológico. Hace 18 años vencí el cáncer, y ahora estoy enfocada en alcanzar nuevas metas.

A los 12 años me diagnosticaron Leucemia Linfoblástica Aguda de Alto Riesgo, junto con Leucocitosis. El camino fue arduo, pero en el Hospital Infantil Federico Gómez, mis padres conocieron Casa de la Amistad. Fue allí donde mi vida dio un giro positivo, gracias al apoyo de esta fundación. Uno de los mayores beneficios que recibimos fueron los medicamentos; cuando era niña, no comprendía el alto costo de estos, pero con el tiempo, mis padres me contaron que era una carga económica que no podíamos afrontar.

Durante mi estancia en Casa de la Amistad fui muy feliz. Recuerdo con cariño los regalos y eventos que nos ofrecían, que me llenaban de alegría a pesar de las dificultades que enfrentaba. Las actividades que realizábamos me mantenían animada y me hacían sonreír.

Superar el cáncer transformó mi visión de la vida. Comprendí la importancia crucial de los medicamentos, el trabajo de los médicos y de recibir un tratamiento integral para una evolución positiva y, en última instancia, la cura.

Ahora, a mis 30 años, tengo una hermosa familia: mi esposo y mis dos hijas. Ellos son mi mayor motivación y me han impulsado a continuar con mi negocio de muñecos tejidos.

A todas las niñas, niños y jóvenes que se encuentran luchando la dura batalla contra el cáncer, les diría que, a pesar de ser una enfermedad riesgosa, se puede ver la luz al final del camino. Es fundamental la actitud que tomen en el proceso. Les deseo que su corazón no decaiga y que continúen en esta carrera hasta lograr llegar a la meta.

Sara Castillo