Después del diagnóstico, el tratamiento es lo más importante. Empezar a tratar el cáncer con el apoyo de los médicos, en instituciones especializadas, debe ser inmediato.
Infórmate con tu médico. ¡Pregunta lo que quieras! No tengas miedo, nadie te va a juzgar. Hay que entender de qué se trata esta enfermedad y cómo se puede combatir. No olvides que el médico debe responder tus dudas y puedes preguntarle todo lo que quieras saber cuántas veces lo necesites.
Confía en los que te rodean. El personal de apoyo emocional y psicólogos del albergue de Casa de la Amistad y hospitales están para ayudarte. Déjate ayudar. Aunque tú seas el o la que va a cuidar a tu hijo, es importante contar con el apoyo de otras personas: amigos, familiares, vecinos, voluntarios, instituciones, médicos, psicólogos, etc. Pide ayuda cuando sea preciso, para que te sientas fortalecido.
Habla con tu familia. Tómate el tiempo para explicarles a tu hijo y al resto de la familia qué significa tener cáncer. Hablen de sus sentimientos, es importante apoyarse entre ustedes.
Avisa en la escuela lo que está sucediendo. Acércate a la maestra y a la directora y explícales qué le sucede a tu hijo, cuánto tiempo estará ausente y la importancia de contar con el apoyo y la comprensión de los maestros y compañeros. Es fundamental informarles que el cáncer NO es contagioso.
Organízate. Evalúa qué es importante hacer ahora y qué puede esperar.